El uniformado recibió un fuerte golpe en una de sus manos y por centímetros no fue atropellado, luego que el conductor de una camioneta marca Nissan intentara eludir el control policial.
Minutos después de ocurrido el incidente, personal policial logró dar con el conductor, un joven de 27 años de edad. Luego de realizarle el test de alcoholemia, los uniformados pudieron constatar que el conductor manejaba el vehículo con 1,24 grados de alcohol en sangre, por lo que fue demorado en averiguación de hecho.