Con frío y lluvia, se realizó ayer la 33º Peregrinación al Santuario de la Virgen de Luján.
En diálogo con Radio Sayhueque el padre Rubén Capitanio dijo que “a veces los fríos de la vida enfrían más que los climáticos” y citó al obispo Marcelo Bresanelli al resaltar que “es maravillosa ver a la multitud en la plaza, la plaza es chica pero el corazon es grande aunque decir eso sea una exageración”.
Expresó que todo el tiempo estábamos pensando `y si ahora se larga´, pero el clima del ánimo, la tensión de la gente, cualquier consigna enseguida surgía el aplauso, era más importante que la cantidad de gente”.
Relató que “a las cuatro de la mañana llovía muy fuerte y empezamos a pensar qué hacer, a las 6 menos pero a las 8 llegó un señor y nos dijo que venía de Toma Esfuerzo del oeste de Neuquén; me dijo que salió a las 5 de la mañana y llovía mucho pero el año pasado dijo `vine a pedir y trabajo porque estaba muy mal y ahora tengo un trabajo bueno y estable por eso hoy vine a agradecer´, entonces después de escuchar a este hombre me dije lo hacemos igual; cuento lo de este señor porque es importante lo que vive la gente, es importante y acompañar lo que está viviendo, el dolor compartido es más aliviado y compartir la alegría es también más linda si es compartida”.
También anticipó que se esta armando un grupo de jóvenes para “celebrar la navidad, con los jóvenes de otra manera, pensábamos hacer una fiesta musical” y comentó que “hace dos años hicimos una cena solidaria para ayudar a una familia y el menú era pan y agua y se sacó un importe de dinero muy importante y los chicos nos regalaron una fiesta; entonces ahora la idea es festejar el cumpleaños de Jesús valorando lo humano”.