La Cámara de Apelaciones en lo Criminal ordenó la inmediata libertad por falta de mérito de Mauro Riquelme, acusado de matar al joven centenariense Diego Peralta, y por el mismo delito investigado Juan Monsalve seguirá detenido y procesado porque, en su caso, los jueces declararon inadmisible el recurso que planteó su defensor contra la resolución de primera instancia.
Riquelme y Monsalve habían sido procesados con prisión preventiva por el delito de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, en grado de coautores. Así lo resolvió en su momento el juez Mauricio Zabala.
Cuando sus abogados defensores apelaron los procesamientos con prisión preventiva, los jueces de Cámara Richard Trincheri y Héctor Rimaro -Daniel Varessio está de licencia- analizaron los recursos y ayer dieron a conocer su sentencia.
En el caso de Riquelme, el tribunal compartió con la defensa que los elementos que tuvo en cuenta el juez para imputarlo no tienen la fuerza que se les asigna.
“La decisión del a-quo resulta muy difícil de sostener, pues no está avalada por elementos probatorios que permitan alcanzar el grado de probabilidad que la etapa instructoria que se transita autorice a imputar a Riquelme la participación en el hecho investigado”, sostuvo Trincheri. Y Rimaro adhirió con su voto.
Por eso la Cámara dictó la falta de mérito y dispuso su libertad en lo inmediato. Distinta es la situación del otro imputado, que no sufrió cambio alguno.
Ocurre que para la Cámara el recurso que presentó el letrado que asiste a Monsalve “carece de motivación”, es decir que no expresa las razones que fundan la apelación. Esto es considerado un requisito esencial.
“El defensor se basa en afirmaciones dogmáticas sin sustento alguno en constancias de la causa, que impiden conocer de qué modo lo decidido afecta los intereses de su representado. Además de no dirigir embate concreto contra las argumentaciones expuestas por el juez en su decisorio no demuestra el error que alega”, indicó Trincheri.
Peralta fue asesinado de al menos un balazo en el tórax durante la madrugada del 22 de junio de 2012. Cuarenta y cinco días después, su cuerpo apareció en un sector conocido como “Las Parcelas”, ubicado sobre la margen oeste del río Neuquén, al costado del puente que une Centenario con Cinco Saltos.
Fue un homicidio relacionado al comercio y consumo de droga y alcohol en Centenario.
De acuerdo a la investigación policial y judicial, Peralta le compraba drogas a los sospechosos y en un momento no pudo cancelar una deuda.
El joven habría sido sorprendido en su casa y secuestrado. Luego lo arrastraron a la calle, lo subieron a un auto y lo llevaron hasta el río Neuquén, donde lo ultimaron de un disparo.