La declaración Nº 1434 repudia los cortes de ruta realizados
durante protestas sociales, en el marco del ejercicio del derecho de huelga y
rechaza que la violencia sea utilizada como método para resolver diferencias
mediante la imposición de posturas sectoriales por sobre el bien común. A la
vez, hace una defensa de las instituciones de la democracia y el diálogo.
Al defender la iniciativa, Russo sostuvo que el gremio “se
está echando en contra a la sociedad” y cuestionó que pida una flexibilidad
“que no está en condiciones de dar”. Su par de bloque, Luis Sapag, consideró
que la conducción del gremio tiene objetivos políticos y la “irreductibilidad”
no se explica por el pliego de reivindicaciones. Desde el PJ, Sergio Rodríguez
señaló que “el método está destruyendo la escuela pública”. Por el FG-MUN, Raúl
Podestá pidió “ni cortes de ruta ni cercenamiento del derecho a huelga” y
Rodolfo Canini remarcó que la medida “afecta los intereses económicos de otros
trabajadores” y por tal motivo se convierten en “impopulares”.
En contra del repudio, Raúl Godoy (FIT) opinó que el
objetivo es “hacer un golpe de efecto” y afirmó que “no se puede regimentar la
lucha”. Raúl Dobrusín (UNE – FyPN) rechazó que el corte de ruta sea una
práctica antidemocrática y agregó que el pronunciamiento “no ayuda en nada a la
solución del conflicto”.