La afirmación corresponde a una declaración pública del Partido Justicialista de Neuquén que manifestó su apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras el fallo de los fondos buitres.
Mediante un comunicado de Nanci Parrilli, presidenta del Consejo Provincial Justicialista, expresaron que "Cristina es conductora de este modelo iniciado en 2003 que volvió a poner de pie a la Argentina y trajo nuevamente bienestar a las mayorías.
Con las banderas históricas del peronismo como rumbo–Independencia Económica, Soberanía Política y Justicia Social-, nuestro país lleva más de una década de crecimiento con inclusión social. Eso se logró a partir de una gestión responsable de los recursos, que privilegió el interés de los argentinos al tiempo que honró los compromisos asumidos por el Estado.
Los gobiernos, de Néstor primero y de Cristina después, tuvieron que hacerse cargo de un pasado de endeudamiento irresponsable y de destrucción del sistema productivo. Lo hicieron con la voluntad de saldar las deudas, pero a sabiendas de que eso era imposible si no se ponían en marcha los engranajes productivos que permiten que un país tenga una economía con capacidad de pago.
De la mano de la recuperación productiva y de la renegociación de los compromisos sobre parámetros razonables, la Argentina llegó a una situación de desendeudamiento estructural que sustentó su transformación económica a la vez que fortaleció su autonomía como Nación. Porque ningún país que es rehén de sus acreedores puede tomar decisiones soberanas.
La Argentina de hoy premia a quien trabaja y produce, y le da la espalda a los intereses especulativos. Sean de adentro o de afuera.
El apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a su gobierno en esta hora es mucho más que una cuestión de adhesión a una persona. Es una actitud de defensa de los intereses del pueblo argentino, a la que todos los sectores tenemos el deber patriótico de adherir.
El mundo debe saber que los argentinos seguiremos honrando nuestros compromisos, con voluntad de negociar con los acreedores y de llegar a formas de pago justas y sustentables. Lo que no haremos es ceder ante la extorsión, y mucho menos renunciar a todos los logros de un camino iniciado en 2003, en el cual todavía nos queda mucho por andar".