La campaña busca instalar masivamente en la opinión pública la realidad y los esfuerzos de aquellos que constituyen la base de la seguridad y soberanía alimentaria del país. Lo hará, mediante la producción de un libro, una película y un disco que contará con la participación de diversos artistas con reconocida trayectoria.
El reflejo de lo cultural en las distintas regiones será determinante en la formación de dichos materiales de comunicación. Por eso, los mismos productores serán las únicas voces de la película y contarán con el acompañamiento de diferentes artistas locales.
19 provincias y alrededor de 20.000 kilómetros serán testimonio de este trabajo impulsado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y que cuenta con la producción de Luis Gurevich –músico compositor y productor- y Victor Pintos –periodista, escritor y productor-, junto a un equipo de profesionales.
La Agricultura Familiar en Río Negro y Neuquén
Más del 80% de los alimentos consumidos en los países en vías de desarrollo es aportado por la agricultura familiar y campesina. En Argentina, un millón de agricultores familiares producen alimentos en un 13% del total de la tierra productiva. La importancia del sector y la necesidad de una agricultura más sustentable y equitativa fue la principal motivación de “Somos la Tierra”.
La participación de la Agricultura Familiar en la producción de ganado caprino es esencial, ya que representa el 77% del total a nivel nacional. Son los crianceros trashumantes del norte neuquino quienes desarrollan el 80% de esta actividad pecuaria e imprimen ciertas particularidades culturales a la misma.
En el Alto Valle –ubicado en Río Negro y Neuquén- la principal actividad agropecuaria es la fruticultura, que ocupa el 82% del total de las tierras cultivadas en esa zona. Allí, el 48% de los pequeños productores que trabajan, en especial, con frutos de pepita –pera y manzana principalmente- disponen sólo del 10% de la superficie productiva.
Para visibilizar estas realidades la campaña se detiene en Fernández Oro, Río Negro, y Chos Malal, Neuquén, para que los testimonios de los agricultores familiares sean quienes escriban el guion de este capítulo –un nuevo viaje- de “Somos la Tierra”.
Crianceros trashumantes, productores frutícolas, horticultores, pescadores artesanales,mimbreros,entre otros. En cada experiencia y en cada uno de esos productos hay familias, vínculos, redes, tierra y culturas expresadas desde una gran diversidad y que necesitan ser reconocidas y valoradas.
Fuente: Comunicación- Centro Regional Patagonia Norte- INTA-