“Yo aborto, tu abortas, todxs callamos”, un documental para romper el silencio


Se presentará hoy a las 19 en el Museo Nacional de Bellas Artes como parte de las actividades organizadas por La Revuelta por el Día Internacional de Lucha por la Salud de las Mujeres.
Ruth Zurbriggen, docente y feminista, explica el porqué de pelear por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Lo explica en dos líneas, sin vueltas y con cifras reales. “En nuestro país la primer causa de muerte de las mujeres gestantes es el aborto inseguro. El aborto llevado adelante en condiciones de inseguridad con muchos más riesgos para las mujeres empobrecidas económicamente. Son muertes evitables”. Y para dar un contexto cita al médico Aníbal Faúndes: “una mujer que vive en Latinoamérica tiene entre 1.000 y 100.000 veces más posibilidades de morir (al intentar interrumpir un embarazo) que una mujer de Estados Unidos, donde el aborto es legal”.
La realidad muestra que las mujeres en Argentina interrumpen sus embarazos cuando no son buscados, y en la mayoría de los casos lo hacen de manera insegura. “Nos parece que la militancia tiene que incorporar los recursos artísticos, porque llegan de otra manera, interpelan y atraviesan de otra manera a los cuerpos y vidas de otras personas”, relata Zurbriggen. Y ahí entra Carolina Reynoso y su documental “Yo aborto, tu abortas, todxs callamos”.
Se trata de una película que toma siete testimonios de mujeres diversas (en edad, condición socio-económica, estado civil, residencia) pero todas cruzadas por un común denominador: todas abortaron en diferentes momentos de sus vidas. Pero todas a la vez tienen otras similitudes. “Son mujeres muy valiosas, muy inteligentes y muy fuertes. Algunas lo hicimos en condiciones muy lejos de ser óptimas, pero pudimos defender lo que creemos que es nuestro derecho, que es decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Eso es un denominador común en todas. Todas también nos pudimos hermanar de una manera diferente con otras mujeres, poder ver en la otra una compañera. No se si específicamente todas por la cuestión del aborto, pero a todas las que entrevisté ven en la otra una compañera, una luchadora”, explica Reynoso.
Habla en primera persona porque ella misma es una de las mujeres que cuenta una experiencia de aborto. “Cuando yo lo hice lo viví de una manera bastante dramática, porque no había mucha información, y pensando que era la única mujer que abortaba. Yo diseñaba ropa, y un día una chica que se estaba probando algo me dice ‘sí, porque yo me hice un aborto’. Y yo me quedé…. y le dije ‘yo también’. Fue como una apertura y un momento muy luminoso para mí. A partir de ahí empecé a pensar que era necesario hablarlo y decirlo, es otra cuestión que me llevó a hacer el documental. Porqué tanto tiempo de silencio, de no compartirlo cuando somos un montón”.
“Pude resignificar esa experiencia del aborto como una decisión autónoma sobre mi propio cuerpo. Y que me regaló algo que hasta ese momento no tenía, que es la militancia. Yo siempre tenía un feminismo intuitivo, había empezado a leer algo en la facutlad. Pero no había sistematizado esa militancia. El documental me regaló hermosas amigas y esta posibilidad de militar, y poder posiconarte como mujer desde otro lugar”, reflexiona la joven cineasta.
En el documental cada testimonio deconstruye mitos sobre el aborto y humaniza las realidades que viven miles de mujeres, les pone rostro, les da un contexto, tienen una historia. “Buscamos que el vaya a ver la película, vea una buena película, más allá de un buen contenido militante, porque todavía hay mucha resistencia al aborto, aunque se lo hagan. Esta película buscará proyectarse en todos los lugares donde se pueda, para que sea puntapié de talleres, en escuelas, en debates”, remarca Reynoso sobre uno de los primeros trabajos audiovisuales sobre la interrupción voluntaria del embarazo en Argentina.