Hoy se cumplen trece años desde que los combativos obreros de Zanon ocuparon la fábrica, allá por 2001, ante el intento de vaciamiento de la patronal.
Luego de seis meses de ocupación, con intentos de desalojo por parte de la Policía y de la propia burocracia sindical junto a barrabravas que fueron resistidos tenazmente por los trabajadores, en marzo de 2002 ponen en funcionamiento la primera línea de producción, que sigue andando sin patrón hasta el día de hoy.
Los obreros de Zanon fueron parte de un movimiento extendido de fábricas ocupadas por sus trabajadores frente a los cierres y despidos en medio de la crisis de fines del siglo pasado y comienzos del actual, pero son sin dudas el ejemplo más avanzado y combativo que dio ese movimiento. No solo por la dureza de los enemigos que enfrentaron, como el MPN y su Policía “brava” o las patotas de la burocracia sindical, sino sobre todo por su política levantada conscientemente.
Frente a los cierres y despidos levantaron no solo la política de “ocupar y producir”, sino que, contra la estrategia de las cooperativas como fin, se negaron a buscar una salida aislada y exigieron desde el primer momento la “expropiación sin pago y estatización bajo gestión obrera de toda fábrica que cierre o despida”. Solo como conquista parcial, para mantener una cobertura legal para la producción y comercialización, aceptaron luego de ocho años de lucha la expropiación que hizo el Gobierno provincial (con pago a cargo del Estado provincial, pero no de los obreros) y la conformación de una cooperativa (FaSinPat), pero sin dejar de exigir la estatización bajo gestión obrera como salida.
También los ceramistas fueron vanguardia en la política de coordinación con otros sectores y en buscar apoyo en la comunidad para conseguir aliados en la pelea contra el Gobierno. En el 2002 pusieron en pie la Coordinadora Regional del Alto Valle, que fue una referencia de vanguardia (bastante amplia) para agrupar a los sectores antiburocráticos.
Todas estas batallas fueron posibles por la confluencia de un partido revolucionario como el PTS, encarnado en ese momento en la figura de Raúl Godoy dentro de la fábrica, con una amplia vanguardia obrera dispuesta a dar peleas durísimas, mientras millones eran dejados en la calle en todo el país.
Fuente: laizquierdadiario.com