En la IX sesión del Consejo Superior de la Universidad Nacional del Comahue realizada la semana pasada recibió tratamiento de la Ordenanza 1515/14 referida a la Comisión Ad Hoc sobre título de Doctor Honoris Causa a la trayectoria personal, académica y política del historiador y pensador nacional, Norberto Galasso.
De acuerdo a lo estipulado por la comisión que abordó el tema, se ha explicitado que los fundamentos del petitorio original son suficientemente elocuentes para respaldar la solicitud, que viene acompañada, además, de casi medio millar de firmas y avales tanto individuales como de organizaciones políticas, sociales, culturales y académicas del País y el exterior.
En coincidencia con las consideraciones vertidas por los solicitantes, la comisión entendió que no deja lugar a dudas sobre el mérito y la oportunidad de este reconocimiento. En efecto, Galasso es uno de los pensadores de referencia para el denominado campo nacional y popular, pero su relevancia no se agota en esta figura, sino que es un destacado exponente de la praxis política y cultural. El prestigiado intelectual nacional ha logrado eludir aquello que él mismo ha cuestionado con acierto: la tendencia de ciertos académicos a convertirse en "profesores momificados", abominados por sus estudiantes.
Según se desprende de su vasto currículum, Norberto Félix Galasso ha evitado el encasillamiento, mediante la práctica de variadas disciplinas y un prolífico quehacer creativo y militante. Ha cultivado la historiográfica (sin rehuir a la polémica); ha practicado "el violento oficio de escribir", tal como llamó Rodolfo Walsh al periodismo comprometido con la verdad (acualmente dirige el mensuario “Señales Populares”); ha sido docente en todos los niveles del sistema educativo; es autor de decenas de artículos, ensayos y libros, todos consecuentes con la decisión de forjar un pensamiento nacional que no descree ni abjura, desde un chauvinismo ramplón, de los aportes del pensamiento universal.
Tal como se señala en la petición del doctorado Honoris Causa, Galasso sostiene: "hay que pensar la realidad argentina. No sólo consumir libros y `traducir recetas'. Ni tampoco rechazar libros o experiencias lejanas por revolucionarias". Y añade contundente: "debemos acercarnos al libro, a la conferencia, el periódico o la discusión, dispuestos a pensar por nosotros mismos, `desde aquí', teniendo como ámbito insoslayable esa realidad sobre la cual incidirán nuestros esfuerzos y
se aplicarán nuestras propuestas, esa realidad que es injusta y que debe ser
transformada".
Norberto Galasso, el historiador y pensador
El filósofo argentino Arturo Roig nos enseño que el pensar latinoamericano se maneja en sus líneas de reivindicación de una realidad propia y de un tratamiento apropiado de esa realidad; en la negación de un modelo clásico abstracto y la afirmación de que los modelos valen o no según lo imponen las formas de praxis que surgen del impulso de la emergencia social. El diagnóstico, la denuncia y el proyecto forman parte de ese pensar desde la emergencia, afirma Roig.
Norberto Galasso es sin dudas un escritor de ese pensamiento latinoamericano que ha recuperado a quien él mismo bautizó como "los malditos" de la historia. Utilizando esta palabra para describir a aquellas figuras que fueron intencionalmente silenciadas porque sus opiniones contrariaban la visión de "La Nación de
propietarios" (elíptica referencia al diario fundado por Bartolomé Mitre)
consolidada a finales del siglo XIX. Coordinó el libro "Los Malditos", dos tomos donde repasa la vida y obra de cientos de hombres y mujeres que fueron "olvidados" por la Historia Oficial.
Fuente: Señales Populares