Lo dijo en Mendoza Zenani Dlamini, hija de Nelson Mandela, en la escuela que lleva el nombre de su papá. La mujer, quien es embajadora de Sudáfrica en el país, se reunió con Paco Pérez y con empresarios.
ZENANI DLAMINI SE MOSTRÓ PRESTA PARA LAS FOTOS CON LOS ALUMNOS DE LA ESCUELA NELSON MANDELA.
Alejandro Gamero
gamero.alejandro@diariouno.net.ar
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Hija de uno de los próceres más importante del siglo XX, Zenani Dlamini visitó ayer en estas lejanas tierras del fin del mundo una escuela, que para su emoción y sorpresa, lleva el nombre de su padre: el ya mítico y desaparecido líder sudafricano Nelson Mandela.
En una recorrida de casi una hora y media (de paso por Mendoza) la embajadora de Sudáfrica en la Argentina compartió un ameno encuentro con todos los alumnos de la Escuela Nº 4-210 Nelson Mandela, bautizada así en 2008 por los propios estudiantes del colegio.
En una recorrida de casi una hora y media (de paso por Mendoza) la embajadora de Sudáfrica en la Argentina compartió un ameno encuentro con todos los alumnos de la Escuela Nº 4-210 Nelson Mandela, bautizada así en 2008 por los propios estudiantes del colegio.
“Un luchador”
Aquellos alumnos que estrenaron la nueva escuela secundaria y le dieron la oportunidad de buscarle un nombre eligieron, entre muchos, al gran estadista sudafricano por los valores que representa.
Esos valores los resumió una de las alumnas del colegio cuando la embajadora Zenani Dlamini le preguntó qué significaba su padre para los estudiantes: la adolescente respondió: “Para nosotros, Nelson Mandela fue un luchador”.
La embajadora llegó hasta la pequeña escuela ubicada en calle Martínez de Rosas al 1457 de la Quinta Sección tras enterarse por la mañana, cuando visitó al gobernador Francisco Pérez, que había un establecimiento educativo que llevaba el nombre de su padre.
Se sorprendió muchísimo y de inmediato les dijo a sus dos asesoras personales y traductoras: “Quiero ir a conocer la escuela”.
En la tarde, cuando se encontró con los alumnos, no ocultó su asombro cuando afirmó: “Es muy conmovedor para mí que en un país tan lejano como la Argentina una escuela lleve el nombre de mi padre”.
En la charla que mantuvo por los distintos cursos, los alumnos le preguntaron cómo había sido ser la hija de Nelson Mandela y que significaba para ella.
Zenani Dlamini (que no tiene el apellido de su padre) les confió a los estudiantes: “El legado más importante que él nos dejó a los sudafricanos fue el de la unidad”.
Espontánea, amable y comunicativa, a pesar de valerse de una traductora y de la sobriedad de rigor por el cargo que ostenta la embajadora de Sudáfrica, se sorprendió por las preguntas, felicitó a los chicos, firmó autógrafos y hasta se sacó algunas selfies grupales con los alumnos que se lo pidieron.
La mujer prometió volver a Mendoza el año que viene y conminó a los alumnos a cumplir el último deseo de Mandela: que el 18 de julio, día del cumpleaños del líder, realicen una jornada de ayuda comunitaria por los que más necesitan.
Fuente: Diario Uno