Vacunan contra el sarampión, la rubéola y la polio

El ministerio de Salud de la provincia informa que ayer comenzó la Campaña Nacional de Vacunación contra el sarampión, la rubéola y la polio y se extenderá hasta el 31 de octubre. Está destinada a niños de 1 a 4 años inclusive y en Neuquén se deben vacunar cerca de 45 mil niños. Las dosis son gratuitas y se encuentran distribuidas en todos los vacunatorios.
Desde el Programa de Inmunizaciones y Vigilancia de Enfermedades Inmunoprevenibles, Araceli Gitlein dijo que en la provincia del Neuquén cerca de 45 mil niños y niñas que deben recibir dosis extra de dos vacunas: la doble viral y la Sabin, más allá de que tengan las vacunas del Calendario Nacional de Vacunación al día.
Asimismo recordó que “en todos los vacunatorios de la provincia del Neuquén desde la semana pasada se encuentran distribuidas las dosis para comenzar a llevar a delante la campaña”. Sólo deben acercarse al Centro de salud, hospital o vacunatorio con el carnet para que puedan evaluar los esquemas.

La referente del programa recordó que “tenemos que lograr que se vacune el 95 por ciento de nuestros chicos, y esto va a ser posible gracias al esfuerzo de toda la comunidad, de la sociedad; porque la salud es una construcción que se realiza entre todos. Es un compromiso de todos”.
El lema de la campaña es ¡Sano creceré porque me vacuné! y tiene como objetivo consolidar la eliminación del sarampión, la rubeola y la polio que en Argentina tiene altísimo riesgo de importación de casos. “Son enfermedades muy contagiosas y la única forma de evitar que el virus se reintroduzca y aparezca un brote es justamente tener altas coberturas de vacunación”, dijo Gitlein.

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El sarampión es una enfermedad muy contagiosa producida por un virus y que afecta principalmente a niños menores de 5 años. Puede llegar a causar neumonía, convulsiones, ceguera, retraso mental, encefalitis e incluso la muerte. Se presenta con fiebre, sarpullido, conjuntivitis, congestión nasal y/o tos. Se transmite muy fácilmente por contacto con las personas que están incubando o ya están cursando la enfermedad. La vía de transmisión es respiratoria (por la salida del virus en las gotitas de saliva que se expulsan al hablar, toser o estornudar) o por el contacto con objetos contaminados con estas secreciones. No existe tratamiento específico para esta enfermedad. La única forma de prevenir el sarampión es mediante la vacunación. Desde 1998 no se registran fallecimientos por sarampión gracias a la vacuna, ni se reportan casos autóctonos de sarampión desde el año 2000 en nuestro país.
La rubéola es una enfermedad viral que se transmite por aire. Por lo general aparece en la infancia. Sin embargo, si una mujer contrae rubéola al inicio de su embarazo, hay un alto riesgo de que el feto tenga alteraciones graves como retraso mental, cataratas, sordera y cardiopatía de elevada mortalidad. Se caracteriza por la aparición de pequeñas erupciones en la piel de un color rosáceo que se inician en la cabeza y progresan hacia los pies. Para prevenir la rubéola se tiene que recibir el esquema completo de vacunación. Todas las personas deben contar con dos dosis de la vacuna doble y/o triple viral: una dosis al año de vida, y un refuerzo durante el ingreso escolar (5 ó 6 años) de vacuna triple viral. Durante el puerperio, la madre debe vacunarse de inmediato en el caso de no tener el esquema completo. Las campañas de vacunación que ofrecen una dosis extra a determinados grupos poblacionales tienen como fin mantener altas las defensas contra esta enfermedad en la Argentina.
La poliomielitis es una enfermedad (históricamente conocida como “parálisis infantil”) infecciosa aguda ocasionada por un virus. Puede atacar al sistema nervioso y destruir las células encargadas del control de los músculos, produciendo parálisis con secuelas permanentes. Afecta principalmente a los  niños menores de 3 años, pero puede darse en niños mayores e incluso en adultos. Es transmitida principalmente al ingerir alimentos o agua contaminados con el poliovirus. Cuando una  persona está infectada con el virus de la poliomielitis, lo puede eliminar durante unas semanas a través de la materia fecal. Beber agua contaminada y no lavarse las manos después de usar el baño o cambiar pañales son factores que facilitan la transmisión. Toda persona no vacunada es susceptible de contraer la poliomielitis. La única forma de prevenir la polio es la vacunación.

Fuente: Dirección de Prensa Gobernación