La vacuna reduce en un 55 por ciento el riesgo de padecer la enfermedad y disminuye casi un 70 por ciento sus dolorosas consecuencias. El mal suele atacar a los mayores de 50 años.
Por Pedro Lipcovich
En octubre estaría en las farmacias la vacuna contra el herpes zóster, la “culebrilla”. Se aprobó para personas mayores de 50 años y su mayor utilidad se verificó en mayores de 60. Sus efectos se registran en dos órdenes: por un lado, reduce en un 55 por ciento el riesgo de padecer la enfermedad; por otro, disminuye en casi un 70 por ciento el riesgo de sufrir “neuralgia postherpética”, un dolor intenso que la persona puede padecer por muchos meses como secuela del herpes zóster. Esta dolencia es en realidad una reactivación de la varicela, que la mayor parte de la población padeció en la infancia: el virus permanece en las raíces nerviosas sin dar síntomas por muchos años: a partir de los 50 y sobre todo después de los 60 años, se incrementa el riesgo de padecer la enfermedad y se intensifica la neuralgia posterior. La vacuna, producida por un laboratorio multinacional, se utiliza ya en Estados Unidos y Europa. Una pregunta todavía sin respuesta se refiere a qué precio va a tener en la Argentina; se la considera una de las vacunas más caras.
“La salida al mercado de la vacuna contra el herpes zóster se prevé para octubre”, dijo a este diario una fuente de la empresa MSD Argentina, que la desarrolló y comercializa en el mundo. En un principio se preveía el comienzo de las ventas para agosto, pero debió postergarse “para completar normas regulatorias de la Anmat”, que ya la aprobó. MSD no anticipó ninguna estimación del precio que tendrá el fármaco. El Ministerio de Salud de la Nación no prevé en este momento incorporar esta inmunización al calendario oficial; la incorporación de nuevas vacunas está habitualmente sujeta a estudios de costoefectividad sanitaria que todavía no se completaron en el mundo para la del herpes zóster.
Su efectividad clínica sí fue ampliamente investigada. El estudio más importante se efectuó sobre 38.000 hombres mayores de 60 años, en diversos hospitales de veteranos de Estados Unidos: “Mostró una eficiencia cercana al 55 por ciento para prevenir la aparición del herpes zóster”, precisó Pablo Bonvehi, integrante de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y jefe de control de infecciones del Cemic. Ese porcentaje significa que la aparición de herpes zóster fue un 55 por ciento menor en la población vacunada que en la población de control, que no había recibido la vacuna. Además, “la eficacia en reducir la neuralgia postherpética llegó a casi el 70 por ciento”.
En otro estudio, sobre personas de entre 50 y 60 años, “la eficacia de la vacuna fue mayor, próxima al 70 por ciento, en reducir el riesgo de la enfermedad –agregó Bonvehi–. Este estudio no midió el impacto de la vacuna sobre la neuralgia, que es menos frecuente en ese grupo etario”.
El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) recomienda la vacuna “para reducir el riesgo de herpes zóster y el dolor asociado en personas de 60 años en adelante”. En la Argentina, la Anmat la aprobó por Disposición 1850, del 27 de marzo de 2013.
El herpes zóster es en realidad una reactivación de la varicela, “que la mayor parte de la población adulta padeció en su infancia –explicó Bonvehi–. Muchos no saben que la tuvieron pero, si se hace una prueba de detección de anticuerpos en sangre, es raro encontrar un adulto de más de 40 años que no la haya tenido”. La varicela se cura, pero “el virus se mantiene latente por el resto de la vida en las raíces nerviosas. Puede no volver a manifestarse, pero en algunas personas se reactiva, no ya en todo el organismo, sino a partir de una sola raíz nerviosa. La zona de aparición más frecuente es el tórax, pero puede presentarse en otras partes del cuerpo, incluso cerca de los ojos, en este caso con riesgo para la visión –agregó el infectólogo–. El herpes zóster se cura espontáneamente en unos días, pero deja como secuela una inflamación del nervio que puede durar meses, incluso años: es un dolor muy molesto y difícil de manejar con medicamentos”. Según el CDC, en Estados Unidos el herpes zóster afecta cada año a una de cada cien personas mayores de 60. Casi una de cada tres personas de este grupo de edad desa-rrollará la enfermedad en algún momento de su vida.
La vacuna contra el herpes zóster se aplica en una sola dosis. No está indicada para personas con el sistema inmunitario comprometido, como trasplantados o gente con VIH. MSD Argentina no suministró hasta ahora información sobre el precio de venta; en Estados Unidos, según la red profesional Medscape, “es la más cara de las vacunas recomendadas para adultos mayores”.
Fuente: Diario Página 12