Un rápido rescate con final feliz

18-10-201301:30| Sociedad |   

Un chico de 10 años que jugaba delante de sus padres en su casa de Centenario cayó a un pozo ciego. Los bomberos lo rescataron en menos de 10 minutos. Fue trasladado al hospital por prevención.
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El padre, desesperado, intentó meterse en el pozo, pero al comprobar que nada podía hacer llamó a los bomberos.
 
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 Nehemías tiene 10 años y le bastó sólo un segundo para darse cuenta de que estaba a cuatro metros de profundidad, en el interior del pozo ciego de su vivienda, pidiendo a gritos que alguien lo sacara de esa tremenda oscuridad.
Pasaron diez minutos eternos, con sus padres mirándolo desde arriba, alentándolo para que se tranquilizara y dejara de llorar, hasta que un equipo de rescate pudiera sacarlo de esos pocos minutos que le parecieron interminables.
El hecho ocurrió alrededor de las 20.15 del miércoles, en la calle Gabriela Mistral 339 de esta ciudad. El chico estaba jugando cerca del pozo cuando, al parecer, resbaló frente a sus padres, ya que el agujero está ubicado justo al lado de la ventana principal de la casa.
El padre, casi en forma desesperada, intentó meterse dentro del pozo, que tiene la entrada pequeña. Pero, al comprobar que nada podía hacer, se vio obligado a llamar a los Bomberos Voluntarios para que rescataran a su hijo.
No pasaron más de tres minutos y una dotación del Móvil 10 de Rescates Especiales llegó ante la emergencia. En pocos minutos armaron un arnés y el bombero José Hueche bajó para sacar al niño, que no paró de llorar en toda la operación.
“Fue difícil, porque el niño pedía a su mamá y la familia estaba muy desesperada. Hay que tener la cabeza fría para saber qué tenemos que hacer, con sumo profesionalismo, porque el chico no podía quedar mucho tiempo en el pozo”, dijo Patricio Álvarez, el oficial a cargo del operativo, junto con Robinson Aravena y Federico Ortiz.
Se supo que el pozo ciego tenía una tapa precaria de madera, pero que estaba a la vista. Al parecer, no revestía peligrosidad debido al tamaño de la boca. Sin embargo, el niño cayó y se presume que estaba jugando.
Los diez minutos que tardaron en rescatarlos también fueron eternos para los propios bomberos. Es que el gas metano, producto de las aguas servidas adentro de un pozo ciego, pudo haber afectado severamente al niño, por lo que también llamaron de emergencia a una ambulancia.
El niño fue encontrado con el agua servida hasta la cintura. El pozo estaba lleno a unos 40 centímetros, y el temor de los padres era que la profundidad fuera mucho mayor.
La misma directora del hospital, Lisa Almendra, fue quien estuvo a cargo de la emergencia médica, y una vez que el chico pudo asomar la cabeza fue limpiado con una manguera y trasladado de urgencia al hospital local Natalio Burd.
Álvarez rescató la actitud de sus compañeros y el tiempo de respuesta ante la emergencia.
“Muchas veces nos encontramos con situaciones más allá de los incendios que hay que resolverlas con mucha capacitación”, explicó Álvarez.
La familia de Nehemías no tuvo palabras para agradecer el trabajo del personal de bomberos y soportar el gran susto que se dio, por lo diez minutos tal vez más desesperantes de sus vidas.

Fuente: Diario La Mañana Neuquén