Parece un maleficio pero no lo es. La obra de los rulos del tercer puente, a la altura del Cañadón de las Cabras, volvió a frenarse, a pesar de que ya están en funciones.
Desde hace unos días casi no hay movimientos en la obra ni de suelo y tampoco se han colocado accesorios y cartelería, debido a que aún falta la cancelación de un pago de la obra. Todavía no se entrega el final de obra porque faltan varios detalles a pesar de que los vehículos circulan en varios sentidos, desde Neuquén hasta Cipolletti y Plottier.
Esto es lo que pudo averiguar ayer LM Neuquén a través de fuentes cercanas a las empresas que están ejecutando los trabajos.
La obra de los rulos la retomó la UTE CN Sapag SA y Luciano SA luego de que se inaugurara el tercer puente a finales de 2017, con la visita de Mauricio Macri, después de largas negociaciones entre la Provincia y el gobierno nacional.
Por la Ruta 7, en horas pico, circulan más de 50 vehículos por minuto, sobre todo en ese tramo del Cañadón de las Cabras, según pudo constatar este diario. Pero la obra de los rulos aún no está tan demandada debido a que faltan detalles y algunos tramos no se habilitan por reparaciones.
De acuerdo a la información recabada todavía faltan depósitos a las empresa del gobierno nacional saliente que permitan continuar con los detalles de los rulos, pese a que ya se tiró la capa asfáltica y circulan los vehículos a diario.
No obstante, hay varias reparaciones que necesitan ser gestionadas. Por ejemplo, el hueco de seis metros de profundidad que quedó tras el hundimiento del asfalto y del suelo en el desvío que va hacia Plottier desde Centenario. En ese lugar hace unos días se cayó un auto y la noticia generó revuelo y cruces entre Vialidad Nacional, el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) y las empresas contratadas.
Ese tramo quedó cerrado y aún no se sabe si la empresa gestionará los fondos para repararlo o será el mismo EPAS el que arregle el hueco que se generó por la rotura y pérdida de agua de un caño. Por ahora, no hay señales de que la obra se retome en breve.
La empresa que realizó la obra dejó ese espesor para el tránsito pesado. Pero hubo un imprevisto: la rotura de un acueducto ablandó el suelo y el asfalto se partió en uno de los desvíos.