Violencia de género. Fiscalía y defensa evalúan una salida alternativa.
Un hombre de 30 años amenazó a su pareja con un cuchillo y la roció con nafta a ella y a dos policías que acudieron a auxiliarla, mientras sostenía un encendedor. El hecho ocurrió en una vivienda de Plottier, donde la pareja se hallaba con sus hijos de 12 y 6 años. Finalmente, el agresor fue detenido y ahora la fiscalía le formuló cargos y le prohibió ejercer actos de violencia contra la víctima.
"Entendí, pero no estoy de acuerdo en que saqué un cuchillo", atinó a contestar el hombre la semana pasada, luego de que la jueza Carina Álvarez avalara el pedido de la fiscalía y lo acusara por los delitos de amenazas agravadas y amenazas simples.
Además, la magistrada le impuso una prohibición de ejercer actos de violencia hacia la víctima durante los cuatro meses que dure la investigación.
"La víctima concurrió con el agresor a la defensoría para manifestar su voluntad de retirar la denuncia, conversamos con la fiscalía y hablamos de una salida alternativa", señaló la defensora oficial Laura Giuliani.
Sin embargo, la defensora indicó: "Lo que voy a proponer, que ya lo hablamos con la denunciante, es una pericia psicológica debido que esta relación ha tenido idas y vueltas. A partir del resultado, sin perjuicio de que el acusado va a ser visto por el psicólogo en el Ministerio Público de la Defensa, vamos a ver cuáles son los pasos a seguir".
Por su parte, Álvarez concluyó: "Advierto que la fiscalía tiene un caso para investigar, más allá de que hayan vuelto a convivir. Es un hecho muy violento".
El ataque ocurrió el 7 de septiembre, a las 6, en el interior de la casa que compartían en Plottier. El hombre amenazó de muerte a su pareja con un cuchillo de cocina, por lo que la mujer logró llamar a la Policía para pedir ayuda, ya que estaba con los hijos.
Una vez que la Policía llegó al lugar, los efectivos intentaron dialogar con el agresor, instante en que este empezó a insultarlos. Luego, tomó un bidón con nafta y roció a la víctima y a los policías, mientras en la otra mano sostenía un encendedor.
Ante esta situación, los uniformados llevaron a la mujer y los chicos hasta la casa de un vecino, al tiempo que pidieron refuerzos. Hasta que finalmente, el hombre fue demorado.
