Se presentó un proyecto de ley para el ordenamiento territorial.
A partir de una exigencia a nivel nacional, la Legislatura provincial recibió ayer el proyecto de ley de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo, que apunta a proteger las superficies forestadas de la provincia. En el marco de esta iniciativa, se informó que se sumaron más de 50 mil hectáreas de bosques nativos al territorio neuquino.
Facundo López Raggi, ministro de Producción e Industria, informó que el proyecto busca adaptar la actual normativa, la ley provincial 2780, a la reglamentación nacional y que intensifica los criterios de conservación de estos espacios naturales.
Con la nueva redacción, la provincia sumará al menos 10 criterios de conservación ambiental en lugar de los tres que rigen actualmente en los bosques de la provincia. A su vez, el proyecto categoriza el territorio en tres colores que distinguen los niveles de protección y cuidado de esos ecosistemas.
Con el color rojo se identifica a esos bosques que requieren un alto grado de conservación, que no deben desmontarse ni utilizarse para la extracción de madera y que deben mantenerse como bosques para siempre. Con el tono amarillo se califica a las áreas de conservación media, que pueden estar degradadas pero que si se los restaura pueden tener un valor alto de conservación. Estas áreas no pueden desmontarse, pero pueden ser aprovechadas para el turismo, la recolección o la investigación científica. Por último, se usa el color verde para calificar a los espacios de bajo grado de conservación, que pueden ser transformados de manera parcial o total. "Es el estado de conservación menor, donde se permiten algunas otras actividades, siempre tratando, en sentido amplio, de conservar el bosque", señaló el ministro.
Para llegar al documento final, el gobierno provincial realizó talleres abiertos a la comunidad y se trabajó con el análisis de mapas satelitales que permitieron sumar nuevos espacios a la normativa, como bosques de araucarias y cipreses que antes no habían sido contemplados como parte de las superficies a proteger. Este trabajo permitió incorporar unas 50 mil hectáreas de bosques, lo que implica un crecimiento del 9% en la superficie de bosques nativos gracias a la incorporación de nuevos criterios para calificar estos ecosistemas.