El boom de la construcción no se detiene en Centenario

Crecen los pedidos para obras y refacciones. El petróleo empuja.

ADRIANO CALALESINA
acalalesina@lmneuquen.com.ar
CENTENARIO
A pesar de que en los primeros meses de este año la construcción se retrajo un 8%, según el INDEC, en esta localidad, ligada hoy al desarrollo global de la economía neuquina, los pedidos para hacer obras particulares crecieron más de un 50% en comparación con el año pasado.
Los números representan los pedidos realizados por vecinos al Municipio para emprender refacciones, ampliaciones y nuevas obras particulares tanto domiciliarias como en el sector comercial.
El incremento se mantiene desde hace tres años y está a la vista en la cantidad de locales comerciales que se construyen en la calle Honduras, luego de la ampliación de la zona comercial y el tendido de asfalto en más de 11 cuadras.
Según se informó desde la Dirección de Obras Particulares, de 2012 a 2013 los pedidos de construcción subieron un 27%, de 1.671 a 2.361. Pero este año ya hay más de 1.400 solicitudes y se espera que a fin de año los números superen las 3.300 solicitudes.
Hoy, en cada cuadra se puede observar que en al menos dos viviendas se están haciendo refacciones, ampliaciones o nuevas construcciones, aunque no todas ellas son legales ni están informadas oficialmente en la Municipalidad, tal cual sucede, por ejemplo, en Neuquén (ver nota vinculada).
Las razones de la explosión en la construcción están ligadas al desarrollo en la segunda meseta y la puesta en valor de algunos barrios como el Sarmiento I y también el parque industrial, donde vecinos decidieron hacer reformas particulares.
“Esto no es casualidad, Centenario cuenta hoy con disponibilidad de tierras, está creciendo muchísimo, nos cuesta estar al día con todo pero estamos trabajando para eso”, explicó Cristian Pieroni, secretario de Obras y Servicios Públicos.
Sin embargo, la obra clandestina en la ciudad persiste como en sus inicios, y legalizarlas será un desafío a largo plazo, debido a los costos que implican los visados, las mensuras y el pago de todas las tasas e impuestos inmobiliarios.
La tendencia, según se explicó desde la comuna, es que los vecinos empiezan a blanquear las obras en las zonas donde se generan embellecimiento y más espacios públicos, como senderos, calles asfaltadas y nuevas plazas.
Así es como en una zona antigua, como el barrio Sarmiento I, se reformaron varias fachadas y compraron propiedades, que hace más de ocho años casi no tenían valor dentro del mercado inmobiliario.
El blanqueo de las obras no es casual y está ligado también al negocio inmobiliario, ya que las viviendas que están declaradas y con toda la documentación y escrituración “al día” pueden venderse a mejores valores en el mercado.
“Si en 2007 se visaban unos 2 o 3 planos para obras por semana, hoy esa cifra supera los 20”, admitieron desde Obras Particulares.
Más allá de que declarar una obra implica costos económicos, algunos vecinos decidieron revalorizar sus propiedades dentro del contexto que vive la localidad, como puerta de un corredor hacia el desarrollo petrolero.
 
En Neuquén todavía quedan unas 900 obras sin declarar
NEUQUEN
En esta ciudad, el Municipio lanzó hace ya un tiempo un plan de regularización de obras a través de una moratoria, para vecinos que construyeron sin permiso y la supervisión de profesionales.
Los datos son de hace un mes y medio, cuando este diario publicó un informe sobre la cantidad de vecinos que aún no habían adherido a la moratoria. En ese momento, había en el padrón unas 900 obras no declaradas.
La cifra representa un 31% del total de propietarios (2.900) que sí adhirieron a la normativa con el objetivo de certificar las construcciones. El porcentaje de incumplimiento sería mayor, ya que en algunos casos algunos vecinos ni siquiera solicitaron el formulario para adherirse a la iniciativa municipal.
A pesar de que desde la comuna saben que es imposible que se llegue al 100% de la declaración de obras, el objetivo del plan de regularizaciones es erradicar la mayor cantidad de construcciones clandestinas que hay en la localidad.
Por lo general, en algunos terrenos las familias comenzaron con una casa de dos habitaciones Luego, con el tiempo, se sumaron ampliaciones detrás de los terrenos, no solamente no declaradas, sino que no se corresponden con las superficies máximas a construir según las normativas de planeamiento, como el Factor de Ocupación Total (FOT) y el Factor de Ocupación de Superficie (FOS).
Dentro de esa gran cantidad de obras no declaradas existe un amplio abanico de proyectos. Hay pequeñas construcciones, viviendas, ampliaciones de edificios y remodelaciones que se hicieron en los últimos años.
En las viejas zonas hay propiedades que valen fortunas

CENTENARIO
Las zonas más caras para vivir y comprar una propiedad siguen siendo el Casco Viejo y los sectores de loteos rurales, que se desarrollan, pero aún a paso lento.
De acuerdo con lo informado a este diario por algunos operadores inmobiliarios locales, una vivienda antigua en el sector más tradicional cuesta no menos de un millón de pesos. “En algunos casos tenés que tirar la casas abajo y construir una nueva, pero no salen muchas ventas, se puede vender una vivienda en dos meses”, explicó el vendedor.
En la zona del barrio Sarmiento también hay empresarios y otros particulares que comenzaron a comprar viejas propiedades.
Una tradicional, la de Avenida Libertador y Honduras, se vendió a muy buen precio. Hace años había una vieja casilla en una parada de taxi es una esquina, que por la ubicación, tiene un gran valor inmobiliario.