Comenzó ayer el juicio por jurados por el crimen del adolescente ocurrido en 2012. La joven, que se mudó a Santa Cruz, reconoció el arma con que le dispararon a Matías, señaló al policía Héctor Méndez como el autor del hecho y aseguró que estaba “furioso, enojado y sabía lo que hacía”.
Después de las estrategias dilatorias que llevó adelante la defensa de Méndez, se realizó ayer la primera audiencia en el juicio por jurados por el crimen de Matías Casas, de 19 años. El asesinato se produjo el 22 de julio de 2012 en el barrio Cuenca XV.
Se tomó juramento a los jurados y luego comenzaron los alegatos de apertura de la fiscalía, la querella y la defensa. El fiscal Pablo Vignaroli presentó el caso, al igual que los querellantes Ivana Dal Bianco y Mariano Pedrero. Los abogados intentaron presentar un video sobre Matías pero la jueza, María Gagliano, lo desestimó al considerar que no tenía relación directa con el hecho.
Por su parte el abogado defensor, Carlos Ronda, afirmó que Méndez no actuó como policía porque no estaba en funciones. También sostuvo que Matías portaba un arma al momento del hecho y que había “consumido algo”.
A media mañana fue el turno de la primera testigo de la audiencia y la única que estuvo en el momento del crimen. Micaela Ferrari, de 19 años, era la novia de Matías. Salieron durante más de dos años y aseguró que jamás lo vio usar un arma de fuego.
El testimonio de Micaela fue clave ya que primero reconoció la pistola 9 milímetros con que fue ultimado Matías. La misma fue exhibida por el fiscal Vignaroli. Después señaló a Méndez como el autor del hecho. “Fue él, yo lo vi. Estaba furioso, enojado y sabía lo que hacía”, afirmó la joven.
En su relato confirmó la teoría del caso: que se estaba despidiendo de Matías cuando llegó Méndez y preguntó “¿Quién es Matías?”. Ella se corre y Méndez empieza a dispararle al joven. Micaela recordó que se asustó y corrió a lo de una vecina. Esto ocurrió en calle 1° de Enero del barrio Cuenca XV cerca de las 2 de la madrugada.