El padre católico Rubén Capitanio anticipó que quiere que se modifique el celibato y contó del viaje al Vaticano de los cuatro "bautizadores" de Andacollo.
En diálogo con Radio Sayhueque, el cura dijo que "todo lo que sea búsqueda bien intencionada, en lo que sea a la vida, siempre es bueno; no hay que tenerle miedo al pensamiento humano y si esta equivocado hay que encausarlo".
Capitanio expresó que "no es un tema el del celibato que preocupe a la gente común, es más bien un problema de la iglesia" y explicó que "un célibe no quiere decir que no pueda tener relaciones sexuales; no es un dogma, sino que es una norma". Dio como ejemplo que "Pedro, el primer apóstol, era casado y Jesús le curó la suegra".
El sacerdote indicó que "el Concilio de Elvira esta norma se puso en la iglesia, por distintas razones" y definió que "un dogma de fe no lo puede cambiar nadie, lo aceptas o no lo aceptas, en cambio la norma la podés sacar".
Capitanio manifestó que "el celibato es una cosa que deseo y lo desean millones de personas en el mundo" y comentó que "en la iglesia católica en oriente hay sacerdotes célibes y casados y son tan católicos como nosotros". Recordó que "el papa Juan Pablo II y la iglesia habían puesto a estudiar este tema; a veces se forman las comisiones para su estudio pero es para que no salga nada y Juan Pablo puso gente más joven y dijo (en ese momento) "deseo que no sea modificado" pero porque significaría una resignificación del tema y crearían un gran lío, un lío importante". Sin embargo, reiteró que "son cambios que se vienen" y estimó que "no se si el Papa Francisco va a poder, pero va abrir puertas que van a ayudar a resolver esos problemas de la iglesia".
Argumentó que "el sacerdote tendría que ir a trabajar, los viejos tendríamos que ayudar con todos los problemas que se sumarían a la vida del sacerdote, arreglarnos económicamente y sería imposible tener un trabajo rentado ya que hay comunidades con dificultades de manutención; por eso no tiene nada que ver con la doctrina cristiana".
Personalmente opinó que "hace muchos años lo quería pero ahora uno ya es viejo, más de 60 años; pero nunca lo sentí como una mutilación, pero siempre quise" y ´justificó su posición al señalar que "cuando éramos seminaristas, uno deseaba que las cosas sean distintas para ayudar a humanizar".
Dijo que "a veces los curas ponemos reuniones y no nos damos cuenta de los problemas de las familias para organizar actividades" y contó que "si no queremos que no vengan los chiquitos a la misa, no van a a venir los padres"
Los bautizadores de Andacollo al Vaticano
Capitanio también se refirió a la invitación que cursó el Papa Francisco a cuatro neuquinos de la zona de Andacollo, al revelar que "el obispo Bergoglio se enteró que había pobladores que daban el sacramento del bautismo y fue -probablemente hace años- y ahora siendo papa rescató una experiencia muy parecida en Japón porque un emperador echó a todo los laicos y estos dejaron encargados que bautizaran y cuando volvieron había mucha gente; entonces esos cuatro neuquinos fueron invitados a que vayan a contar y unido a la experiencia de Japón".
Comentó que "son dos hombre y dos señoras muy humildes, muy generosas y a las que Francisco los dejará alojados en su casa de Santa Marta, acompañados por el padre y José Luis Pereira, un seminarista que hace su primer año de práctica en Andacollo".