La entidad, que nuclea a los Estados acreedores de la Argentina, informó a través de un comunicado que las agencias de crédito a la exportación de los países miembros "que así lo deseen" pueden reanudar sus operaciones en respaldo del cliente en el país.
La novedad fue expresamente señalada en el comunicado oficial difundido hoy, referido al acuerdo para "la reanudación de pagos y liquidación de todos los atrasos", por parte de la Argentina.
El comunicado se dio a conocer en la capital de Francia, donde el ministro de Economía, Axel Kicillof, ultima los detalles del acuerdo que concluirá con el default vigente desde hace 12 años.
"El programa -añade el comunicado- ofrece un marco para una solución sostenible y definitiva a la cuestión de los atrasos", que suman 9.700 millones de dólares al 30 de abril pasado.
Para el Club de París, el acuerdo proporciona "una estructura flexible" para regularizar los pagos en un plazo de cinco años, incluyendo un mínimo de 1.150 millones a pagar antes de mayo de 2015, mientras el siguiente pago se prevé para mayo de 2016.
Según el comunicado, durante la reunión la delegación argentina "proporcionó una descripción de la situación económica y financiera de su país".
El ministro Kicillof y su comitiva presentaron, además, "las medidas implementadas por el gobierno argentino tendientes a fomentar el crecimiento inclusivo y fortalecer la resistencia a los shocks externos".
Los acreedores del Club de París expresaron su "satisfacción ante los progresos realizados por la Argentina hacia la normalización de sus relaciones con los acreedores, la comunidad financiera internacional y las instituciones, tras la crisis de 2001".
Los integrantes del grupo que participaron en la declaración conjunta, detalló el comunicado, son: Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Israel, Japón, los Países Bajos, España, Suecia, Suiza, el Reino Unido y Estados Unidos de América.
En calidad de "observadores" participaron representantes de los gobiernos de Australia, Noruega, la Federación Rusa, y del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Comisión Europea y de la UNCTAD.
El comunicado se dio a conocer en la capital de Francia, donde el ministro de Economía, Axel Kicillof, ultima los detalles del acuerdo que concluirá con el default vigente desde hace 12 años.
Los acreedores del Club de París expresaron su "satisfacción ante los progresos realizados por la Argentina hacia la normalización de sus relaciones con los acreedoresLos representantes del Club de París y del gobierno nacional "acordaron un arreglo para borrar la deuda en mora adeudada a los acreedores del Club de París durante un período de cinco años", precisa la nota oficial.
"El programa -añade el comunicado- ofrece un marco para una solución sostenible y definitiva a la cuestión de los atrasos", que suman 9.700 millones de dólares al 30 de abril pasado.
Para el Club de París, el acuerdo proporciona "una estructura flexible" para regularizar los pagos en un plazo de cinco años, incluyendo un mínimo de 1.150 millones a pagar antes de mayo de 2015, mientras el siguiente pago se prevé para mayo de 2016.
Según el comunicado, durante la reunión la delegación argentina "proporcionó una descripción de la situación económica y financiera de su país".
El ministro Kicillof y su comitiva presentaron, además, "las medidas implementadas por el gobierno argentino tendientes a fomentar el crecimiento inclusivo y fortalecer la resistencia a los shocks externos".
Los acreedores del Club de París expresaron su "satisfacción ante los progresos realizados por la Argentina hacia la normalización de sus relaciones con los acreedores, la comunidad financiera internacional y las instituciones, tras la crisis de 2001".
Los integrantes del grupo que participaron en la declaración conjunta, detalló el comunicado, son: Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Israel, Japón, los Países Bajos, España, Suecia, Suiza, el Reino Unido y Estados Unidos de América.
En calidad de "observadores" participaron representantes de los gobiernos de Australia, Noruega, la Federación Rusa, y del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Comisión Europea y de la UNCTAD.