“Rapeá, así no te pegamos”

30 abril 2014, 7: 11

Los delitos de los que menos se habla. Dos policías están acusados de vejámenes y lesiones leves. La víctima es un adolescente al que acusan de robo.
Sucedió en Rincón de los Sauces, Neuquén, uno de los polos de producción petrolera más grande del país, el 28 de enero pasado.
Al adolescente de 17 años (hoy tiene 18) lo detuvieron dos veces ese día, y las dos veces lo golpearon.
La jueza Penal del Niño y el Adolescente, Carolina García, dictó una orden: la policía no puede hostigarlo más, ni detenerlo con la excusa de averiguar su identidad o sus antecedentes.
“Es altamente probable que el joven haya sufrido limitaciones de su libertad ambulatoria en forma reiterada por personal policial de la comisaría 35 de Rincón de los Sauces, sin derecho, algunas veces privándolo efectivamente de ella, hostigándolo” escribió la jueza al hacer lugar a un hábeas corpus pedido por la defensoría de los Derechos del Niño y el Adolescente.
El informe oral que brindó la médica forense que atendió a la víctima menciona siete veces la palabra hematomas, para referirse a sendas lesiones en distintas partes del cuerpo del joven.
En su relato, el chico dijo que “le pegaron antes de subirlo al auto (policial). Le pegaron patadas, piñas en la espalda y en el abdomen”.
“Lo hacían cantar, le decían rapeá así no te pegamos, un policía le ponía un tema de un celular, cantaban los raperos de San Lorenzo, y le decían que estos pibes sí tenían códigos”.
Por lo menos tres testigos presenciaron los golpes o lo vieron ensangrentado.
Los policías Julio Arrain y César Cruz fueron imputados de vejámenes y lesiones leves por la fiscal Gloria Lucero. No fueron detenidos, ni separados del cargo. Sólo se les prohibió acercarse a la víctima.
Esta clase de delitos ni siquiera son considerados como tales por buena parte de la sociedad. Y no faltarán quienes los consideren justificados.
Afirma el defensor del fuero de responsabilidad juvenil de la provincia de Buenos Aires, Julián Axat: “Me atrevo a decir que de un 80% de detenciones de adolescentes pobres en la provincia de Buenos Aires, por motivos de flagrancia, en el momento de su aprehensión, reciben represalias de todo tipo (golpes, patadas, cachetazos, empujones, escupidas, etc.)”.
“Hay varios estudios de antropología criminal juvenil que hablan de la pena informal o accesoria anticipada a la pena formal que reciben los jóvenes infractores de las periferias urbanas, ante la policía”.
(El resto de la nota de Axat, aquí)

Fuente: Fuera del expediente