Lo aseguraron los diputados y diputadas provinciales del Frente de Todos a través de un comunicado de prensa sobre el debate por el precio sostén del petróleo.
Los diputados y diputadas del Frente de Todos emitieron un comunicado de prensa sentando una posición frente al debate por el precio sostén del petróleo.
Los referentes explican: “Hay quienes piden al Gobierno Nacional un precio sostén para el petróleo. Sin embargo, deberían exigir primero a las grandes petroleras, verdaderos monstruos empresarios, que conserven el empleo, que no despidan ni un solo trabajador. Que no cuelguen a ninguna empresa local de servicio achicando o suspendiendo contratos”. Y que se «comprometan con responsabilidad y solidaridad con los trabajadores, técnicos, profesionales y Pymes de servicios”.
En este sentido, aseguran que debe existir una actitud de buena voluntad. “Antes de pedir al Estado nacional y a todo el pueblo argentino, el esfuerzo de sostenerle el doble del precio internacional”.
Además, señalan que en el contexto de emergencia sanitaria “el Gobierno nacional está consagrado a enfrentar la pandemia del coronavirus”. Sin embargo, está analizando “la situación de la industria petrolera, gasífera, y de todo el sector energético. Evalúa el impacto de la situación en todos los actores, para adoptar con responsabilidad, las medidas más apropiadas”.
También, subrayan que en “lugar de extorsionar al Gobierno nacional y provocar incertidumbre a los pueblos de nuestras provincias. Deberían demostrar con hechos concretos su responsabilidad social como empresarios. Del mismo modo es imprescindible la sensatez política de los funcionarios”.
Y agregan: “La situación sanitaria y social es de Emergencia. Esta Pandemia, además, golpea económicamente al mundo. Lo propio ocurrirá sobre nuestra economía, que viene vapuleada por cuatro años de neoliberalismo. Cuatro años en los que los precios del mercado eran el padre nuestro que rezaban todos los que hoy reclaman barril criollo y precio sostén”.
Concluyen señalando que es “indispensable pensar muy bien las medidas a adoptar. Son momentos extraordinarios que requieren solidaridad de las empresas más poderosas, responsabilidad de los dirigentes y funcionarios políticos, y lucidez para la toma de decisiones.