Por Vaca Muerta, faltan alquileres en Neuquén
La demanda es alta y la oferta es casi nula. La venta de propiedades está paralizada en la ciudad.
El mercado inmobiliario neuquino permanece signado por el desarrollo de Vaca Muerta, la coyuntura económica y las elecciones presidenciales de octubre de 2019. Guillermo Reybet, integrante del colegio de martilleros de Neuquén, aseguró que prácticamente no hay viviendas disponibles para satisfacer la demanda de alquileres en la ciudad.
“En el último periodo hubo una demanda muy alta de viviendas de alquiler, sobre todo de departamentos chicos. Una característica que se ha dado en el último tiempo que es que antes un inquilino deje el inmueble ya viene con uno nuevo que tiene la intención de ocuparlo”, aseguró en diálogo con LU5 Reybet, quien confió que en su propia inmobiliaria tiene una oferta casi nula.
Sostuvo que una de las razones es la fuerte inmigración que llega a Neuquén en búsqueda de una vivienda promovida por el desarrollo de Vaca Muerta. Dijo que se trata de extranjeros, predominantemente venezolanos, que llegan con trabajo a la zona y que buscan una vivienda donde instalarse ya sea en la capital neuquina o bien en Plottier o Centenario.
Señaló que hay un déficit habitacional mayor que en otras épocas. "La historia de Neuquén tiene dos bisagras: antes de El Chocón y después de EL Chocón y antes de Vaca y Muerta y en el trascurso de Vaca Muerta, que es lo que estamos viviendo ahora", reflexionó.
Reibet indicó que como consecuencia de este boom descendió la oferta de inmuebles en alquiler en la ciudad por la importante ocupación. Tal es así que algunas inmobiliarias salieron por los medios a buscar propietarios que dispongan de un inmueble de cubrir una demanda que tienen.
Respecto a los precios que se manejan en el mercado local, sostuvo que se sufrieron incrementos al igual que el resto de los productos afectados por la inflación. Ejemplificó que el alquiler de un departamento de un dormitorio en el radio céntrico, en promedio, está en el orden 18 mil pesos.
Otro de los factores por los que se disparó la demanda es la inaccesibilidad para aquellos que dependen de un salario y se les alejó de sus posibilidades acceder a la compra de una vivienda. Reybet confirmó que en la actualidad “se vende muy poco”, dado que “el mercado de venta está parado”.
A diferencia del 2002, cuando las propiedades en valor dólar en aquel momento bajaron, esta vez no ocurrió lo mismo. Si bien los inmuebles se venden en el mismo valor dólar, la cotización cambió notablemente.
“La gente que quiere vender su inmueble mantiene los valores en dólares a enero del 2018, teniendo en cuenta que en ese momento estaba a 18,75 pesos. Un departamento, de un dormitorio, que estaba a 100 mil dólares, en 20 18 costaba 1.875.000, y hoy está en casi 6 millones de pesos”, observó.
Reybet coincidió con sus colegas al indicar que hay operaciones inmobiliarias que tanto que el comprador como el vendedor aguardarán el resultado de las elecciones del 27 de octubre para tomar decisiones.