POR LA CRISIS, LA FIESTA DE EGRESADOS ES "IMPAGABLE"
La contratación de servicios bajó un 30%. Son $3 mil por cabeza.
Los que más recortaron los festejos de fin de curso fueron los colegios estatales de la ciudad, aunque los privados también hicieron un ajuste en los servicios incluidos. Además, como corolario, los que celebran la finalización ya no hacen eventos masivos. Tienen cada vez menos invitados.
El recorte en las fiestas de egresados no es el único relacionado con los estudiantes que sienten el impacto de la crisis y la situación del país. También las agencias de viajes neuquinas tuvieron una importante contracción en la venta de paquetes de egresados a Brasil por los altos costos, mientras que aumentaron los paquetes a destinos internos, como Bariloche y Carlos Paz. El fenómeno es propio de un año en el que el dólar se disparó en tres oportunidades, pero mucho más después de las elecciones PASO. El corrimiento de la moneda estadounidense se trasladó a los precios de la canasta básica y de los servicios dolarizados.
Las agencias
La situación de los empresarios locales tiene dos caras. Por un lado, unos sufren una fuerte caída de las contrataciones, que ronda el 30 por ciento, mientras que otros ven que cada vez hay menos invitados en los festejos de fin de año. Las firmas consultadas por LM Neuquén atribuyeron esta merma a las dificultades que tienen las familias para afrontar los gastos de las invitaciones, que cuestan entre 2500 y 3000 pesos cada una, según el lugar donde se realice el evento. Con estas cifras, una familia con cuatro integrantes gastaría entre 10 mil y 12 mil pesos solo en las entradas.
El valor de la tarjeta incluye todos los servicios de la fiesta, es decir, la cena y la bebida, los impuestos de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic), la Asociación Argentina de Intérpretes (Aadi) y la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif), musicalización y luces y el personal de seguridad, entre otras cosas.
Algunos prestadores también incluyen la decoración, la organización del ingreso de los estudiantes y una degustación de platos para que los chicos puedan elegir el menú de la fiesta. En la región hay una importante variedad de empresas que realizan estos eventos, que suelen ser de gran calidad.
El golpe más duro se lo llevaron los estudiantes de los colegios públicos, ya que son los que menos fiestas van a hacer este año, según pudo averiguar este diario. Como contrapartida, la mayoría de los que van a escuelas privadas seguirán con la tradición de festejar el fin de curso, pero harán recortes en los servicios contratados.
Sin embargo, los chicos que cursan el último año de la secundaria en instituciones de ambos sectores han registrado una reducción similar de los invitados en las fiestas, que pasaron de ser de unas 700 personas a 500, lo que grafica el impacto de la crisis en la industria del entretenimiento de fin de año.
Así las cosas, festejos parecían ser los de antes: un fondo común a la canasta y el uso del colegio, un servicio gasolero para todos.