LA RUTA 7 ESTÁ EN MAL ESTADO Y ES PELIGROSA
Desde Vialidad Provincial aseguran que se realizan mantenimientos constantes. Los accidentes no cesan.
Hay sectores donde las barreras de seguridad aún conservan los impactos de los vehículos. |
La ruta provincial 7 es, junto a la 22, protagonista de la intensa actividad de la región. Una de las mayores pruebas de esto es el tramo que une Neuquén y Centenario, que en forma correlativa, se convirtió en un muestrario de toda clase de siniestros viales, incluso con finales fatales.
Desde Vialidad Provincial afirman que desde hace unos cinco años se realizan mejoras constantes, pero no alcanzan para batallar contra las imprudencias de los conductores. Uno de los aspectos más preocupantes es que se instalaron columnas de luminarias para mejorar la seguridad vial, pero se han registrado numerosos choques contra esos postes.
Los rodados que se despistan terminan impactando contra las bases de cemento. Esto sucedió a finales de mayo, en el sector de El Picadero. El conductor de un VW Bora que se dirigía hacia Centenario desde Neuquén, perdió el control de su auto y chocó contra una columna. La fuerza del golpe habría sacudido al hombre de 42 años en forma de “latigazo”, afectando su cuello y causándole la muerte en forma inmediata.
El presidente de Vialidad Provincial, Juan Carlos Schenk, explicó que las columnas se colocaron dentro de los guardarrail justamente para evitar accidentes. El funcionario aseguró que, según las estadísticas, la mayoría de los siniestros ocurren por exceso de velocidad, no por problemas de la ruta. Resaltó en este sentido, que hace un año se repavimentó y niveló la cinta asfáltica, además de que se volvieron a pintar las señales horizontales.
Schenk informó que hace un mes se finalizó la colocación de luminarias en la zona del Parque Industrial de Neuquén. Uno de los próximos trabajos del organismo será arreglar las banquinas para lo que se utilizará el material acumulado a un costado de la ruta 22, a la altura de La Herradura.
También se recambiarán las barreras que están deformadas o fueron retiradas luego de ser destruidas por los choques. En el tramo de 13 kilómetros pueden verse las contenciones onduladas o atadas con alambres.
Otro de los puntos conflictivos son los pasos peatonales y los semáforos. Por ejemplo, no hay ninguno en los 4,5 kilómetros que van desde el cruce con la Calle 5 hasta Winter. Los vecinos optan por esquivar autos y saltar el guardarail para cruzar. Schenk afirmó que recibieron críticas por colocar semáforos, pero con el crecimiento de los barrios les han solicitado más. No se descarta sumar nuevos.