Las diferencias que asoman en la alianza de gobierno en torno algunos 
temas como los presos políticos, las estrategias de negociación con el 
FMI, el manejo de la política de seguridad o si el proyecto de ley en 
torno al aborto llevará la palabra legalización o despenalización, se 
están transformando en carne sabrosa para el periodismo carancho en un 
tiempo más rápido que lo deseable.
 Un pequeño ejército de 
columnistas y editores que suele navegar en un mar de conocimientos a un
 centímetro de profundidad, pero muy entrenados para captar el olor a 
sangre caliente a la distancia, interpretan cada palabra y gesto de los 
principales actores del oficialismo para trabajar la contradicción sin 
descanso, con el fin último de desarmar un modelo que aún está en 
construcción.
 La idea de confrontación interna a supuestos 
límites de ruptura entre el presidente y su vicepresidenta, Cristina 
Fernández de Kirchner, o entre Alberto Fernández  y alguno de sus 
ministros o ministras, está presente desde el minuto cero de la 
concepción del Frente de Todos. Y en la medida que no surja un potente 
escudo comunicacional que permita escapar a la lógica que plantea la 
maquinaria “informativa” del mercado, el gobierno quedará siempre en 
desventaja.
Fuente: https://vaconfirma.com.ar/?articulos_seccion_716/id_10667/el-periodismo-carancho-tiene-la-mesa-servida