El objetivo es “capacitar a emprendedores y darles herramientas para oficios”, expresó Gabriel Padgornik, quien se refirió a la importancia de “darles un aval desde la municipalidad, o un certificado, para que tengan más posibilidades de una salida laboral”.
Por su parte, Kiessling expresó que la idea es “poder planificar y determinar la cantidad de personas afectadas al proyecto, para de este modo sostener un proyecto a largo plazo”. “Queremos recalificar el trabajo”, señaló.
Por otro lado, desde el municipio, la funcionara Iara Sinigoj planteó que otro objetivo es que la gente pueda “emprender sus propios proyectos luego de las capacitaciones”, mientras que la Secretaria de Gobierno, Tanya Bertoldi, agregó que la finalidad es “buscar diversificación” y además, remarcó: “Queremos recuperar el ciclo de los árboles”.
En relación a este tema, desde el INTA, plantearon que “la matriz emprendedora de Neuquén y Centenario muta, pero a su vez, se basa en lo energético y el petrolero”, por lo que el objetivo es buscar un núcleo que derrame”, es decir, “generar capacitaciones para trabajos fuera del petróleo pero que se vean afectados por este”.
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